A medida que el mundo se digitaliza, cada vez más compañías y usuarios deben cultivarse a sacar partido a las herramientas tecnológicas. Sin bloqueo, esta desarrollo no implica que todos estén por la actividad, razón por la que a principios de mes conocimos la historia de una trabajadora que, en presencia de su desinterés de cara a lo tecnológico, fue capaz de confundir su webcam con un ratón. Y, en la semirrecta de este tipo de historias rocambolescas, hemos conocido una protagonizada por una mujer que se quejaba de que su ordenador no funcionaba, pero el único problema eran sus uñas.
En una publicación de Reddit, uno de los protagonistas de esta historia reveló cómo se dió la misma. Según relata, desde hace primaveras trabaja como técnico de atención al cliente de una compañía especializada en ofrecer ordenadores con monitores táctiles. Por ello, uno de sus principales clientes son los comercios y locales que sacan partido a este tipo de dispositivos, razón por la que tuvo que interpretar de emergencia cuando uno de sus clientes le indicó que el ordenador se había estropeado. Y, para su sorpresa, el técnico que acudió al lugar le terminó revelando la graciosa verdad.
La mujer se niega a tocar el ordenador con los dedos
Como indica, su actividad como cirujano y técnico le llevó a comprobar de forma remota que todo funcionase correctamente. Mientras lo hacía, escuchaba como los miembros del lugar se quejaban de la “empresa de mierda” que les había suministrado el dispositivo. Tras esto, les indicó que todo estaba arreglado, pero una trabajadora insistía en que no se había solucionado nadie. Por ello, enviaron a un técnico y este comprobó que la damnificada tenía unas uñas acrílicas muy largas y había decidido tocar la pantalla con estas.
Como le indicó el técnico que acudió al lugar, el ordenador no reconoce este método de entrada. Tras esto, invitó a la camarera a pulsar con los dedos, pero esta se negó alegando que no tenía por qué hacer lo que le indicaban. Y, según reporta el autor de la publicación llamativo, la camarera diferenció el ordenador del trabajo de su móvil y dijo que con este final sí utilizaba los dedos porque, en resumidas cuentas, no quería que se rayase la pantalla. Sea como fuere, esta es otra de esas historias rocambolescas a la que se enfrentan los técnicos.
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Imagen principal de Designecologist (Unsplash)