Durante el último año, se llevó a cabo una operación ilegal de inteligencia en Argentina con el objetivo de tender trampas y extorsionar a los equipos de campaña que compiten por la Presidencia y algunos municipios sensibles. Sin embargo, también tuvo como objetivo principal al candidato libertario Javier Milei, según se ha reconstruido en base a testimonios, capturas de mensajes de WhatsApp, correos electrónicos y otros documentos.
La ofensiva clandestina contra Milei siguió el mismo modus operandi que se utilizó contra otros equipos de la oposición y el gobernador Axel Kicillof cuando se perfilaba como posible candidato a la Presidencia, así como contra los equipos del intendente Julio Zamora y la oposición en el partido de Tigre. Consistía en tentarlos con posibles aportes ilegales a sus campañas e incluso seducirlos con pagos.
En este caso, la mujer que contactó al entorno de Milei se presentó como Elena Decaba y afirmó representar a un grupo o fondo de inversión interesado en desembarcar en Argentina. Al igual que en los otros casos, utilizó nombres falsos en sus contactos anteriores.
La ofensiva contra Milei comenzó entre marzo y abril, cuando su popularidad creció notablemente en las encuestas. “Elena” contactó a una consultora a través de Linkedin para contratar sus servicios y le pidió que contactara a una persona en particular del entorno de Milei. La misma metodología se utilizó en los otros ataques.
Al igual que en los otros ataques, “Elena” utilizó una cuenta de WhatsApp sin foto de perfil. Además, su número de teléfono era extranjero, con prefijo de Miami.
Se reservó la identidad de los consultores y personas del entorno de Milei para proteger su privacidad y no afectar a terceros involucrados en esta operación ilegal.
Además, surgen muchas preguntas sobre quién podría estar detrás de esta campaña sucia contra los principales candidatos de la oposición y contra Kicillof cuando sonaba como candidato presidencial. ¿Quién estaría interesado en atacar a los referentes políticos de Tigre y San Isidro? Si se tratara de un servicio de inteligencia privado, ¿qué grupo empresarial podría financiar una operación de este tipo?
Para atacar al entorno de Milei, “Elena” siguió el mismo patrón que en los otros ataques. Primero estableció contacto a través de Linkedin, contratando servicios de consultoría durante varios meses. Propuso viajar al exterior para analizar trabajos con el posible cliente. En el caso de los libertarios, propuso viajar a Las Vegas, Miami y Nueva York, lo cual se concretó.
El encuentro decisivo se llevó a cabo en un restaurante cerca de Columbus Circle, en Manhattan, donde la conversación giró en torno al dinero que “Elena” dijo que quería aportar a la campaña de Milei. Sin embargo, el libertario comenzó a sospechar y dejó que “Elena” continuara con sus comentarios para ver hasta dónde llegaría. “Elena” afirmó que habían aportado a campañas con diamantes y en México utilizaban bolsos que transportaban en un avión que aterrizó en medio del desierto.
La conversación terminó cuando el allegado al entorno de Milei se retiró solo, mientras “Elena” dijo que se quedaría para otra reunión. Sin embargo, el interlocutor decidió esperar en el lobby y la vio retirarse minutos después.
Hay otros indicios que levantaron sospechas entre los libertarios. “Elena” concertó reuniones en los hoteles Hyatt y Alvear de Buenos Aires, afirmando que se hospedaba allí. Sin embargo, cuando se verificó, no había huéspedes registrados con esos nombres.
El último contacto con “Elena” se produjo semanas después, cuando insistió en tener otra reunión en Buenos Aires que nunca se materializó. Al mismo tiempo, una supuesta consultora israelí contactó a un medio de comunicación en Madrid, ofreciéndoles acceso a videos con cámaras ocultas de políticos argentinos hablando sobre aportes de campaña. Sin embargo, el medio rechazó la oferta.
Desde entonces, “Elena”, o como se llame en realidad, ha desaparecido de Buenos Aires.