Como tantas otras mujeres de su procreación que, con el paso de las décadas, se han convertido en prácticamente símbolos de sus países, Margarita de Dinamarca no nació para vivir un ocupación de poder ni para venir a ser un referente estatal. Por su condición de mujer, a la hija anciano de los reyes Federico IX e Ingrid, la primera de tres hermanas, le ganaba en la orientación de sucesión al trono su tío Canuto. Pero Federico, destacado a su tiempo, se empeñó en que fuera su primogéntica quien le sucediera en el trono. Y lo logró. La convirtió en heredera y, en 1972, tras su asesinato, en reina. El resto es historia, no solo de Dinamarca, sino todavía de Europa.
Durante 50 primaveras Margarita ha tejido una amplia red acostumbrado que, como en toda casa auténtico, se ha convertido todavía en un importante apoyo a la hora de reinar, de tener soporte y representación en los cientos de actos institucionales a los que se dedica su tribu cada año. Tras la asesinato de su marido, Enrique, en 2018, han sido sus dos hijos y sus ocho nietos, así como sus dos hermanas y sus dos nueras, la almohadilla de su tribu y de la institución. Hasta ahora.
Porque a mediados de septiembre Margarita comunicó que, como tantas otras familias reales —no hay más que echar un vistazo a los mediáticos Windsor—, quería aminorar un poco el peso y el tamaño del conjunto total. Y para ello ha decidido retirarles a los cuatro hijos de su hijo pequeño, Joaquín, el título de príncipes. Nicolás, Felix, Atenea y Enrique se verían despojados de los mismos y, por consiguiente, un escalafón por debajo del resto de la tribu, a la que (pese a que ahora son muy jóvenes) dejarían de representar de forma institucional. La reina justifica la osadía afirmando que ”será buena para ellos en su futuro”.
Pero a su hijo Joaquín no le ha sentado nadie proporcionadamente la osadía de su matriz. “Estamos todos muy tristes. Nunca es agradable ver a tus hijos siendo maltratados así”, declaró. Las palabras de Joaquín dolieron tanto a la monarca que emitió un comunicado pidiendo perdón, más que como reina, en lo personal. “He tomado mi resolución como reina, matriz y abuela, pero como matriz y abuela he subestimado hasta qué punto mi hijo pequeño y su tribu se sentirían afectados. Me ha causado una gran impresión y lo siento”, aseguró.
Sin secuestro, la osadía sigue en firme y los cuatro jóvenes perderán su condición de príncipes cuando puesta en marcha 2023. Algunos expertos ya auguran que no serán los únicos. Federico, el heredero, y su esposa, Mary, tienen cuatro hijos, y para los especialistas en realeza es muy probable que los más pequeños, con el tiempo, acaben perdiendo todavía la condición de príncipes.
Pero, ¿quién es quién en la tribu auténtico danesa? ¿Quiénes son los herederos de Margarita, sus dos hijos, sus ocho nietos? ¿Cuál es su papel institucional y todavía personal en la vida de la reina? En este vídeo repasamos a las figuras, escándalos, bodas, divorcios, nacimientos, cambios… de este estrecho pero intenso árbol genealógico.