En Estados Unidos, Halloween es una fiesta nacional y el país se prepara durante meses para celebrarla. El año pasado, los estadounidenses gastaron 12.200 millones de dólares en Halloween, solo superado por la Navidad. Este año, se espera que siete de cada diez estadounidenses se disfracen, con disfraces de personajes como Barbie, Spiderman y Miércoles Addams. Sin embargo, el sindicato de actores, en huelga desde hace más de 100 días, ha dejado claro que no aceptarán disfraces de personajes de estudios con los que están en conflicto. Esta política ha recibido críticas y ha provocado un debate en el sindicato justo antes de reunirse con los jefes de los estudios para negociar un acuerdo.
El sindicato, conocido como SAG-AFTRA, envió un comunicado a sus miembros indicando que preferirían que no usen disfraces basados en personajes de ficción creados por los estudios principales contra los que están en huelga, como Disney, Warner, Netflix, Universal y HBO. La idea era enviar un mensaje a estos estudios de que no promoverán su contenido sin un contrato justo. Sin embargo, esta decisión generó una gran cantidad de críticas por parte de actores y actrices famosos. Ryan Reynolds, protagonista de Deadpool, bromeó en Twitter diciendo que planeaba llamar “esquirol” a su hija de ocho años toda la noche. Mandy Moore, conocida por su papel en This Is Us, fue más directa, pidiendo al sindicato que vuelva a la mesa de negociación y logre un trato justo para todos.
El sindicato ha intentado suavizar la polémica asegurando que su política no se aplica a los hijos de sus miembros y que la guía fue creada para ayudar a evitar promover el trabajo en huelga. Sin embargo, estas declaraciones no han calgado las críticas y han puesto en duda la estrategia del sindicato en medio de las negociaciones con los estudios principales. Las conversaciones entre ambas partes se retomarán este martes, con la esperanza de llegar a un acuerdo que permita a los actores volver a trabajar.
El sindicato de actores ha estado en huelga desde mediados de julio, peleando por un contrato justo con los estudios principales. La semana pasada, el actor George Clooney intentó mediar en el conflicto presentando una propuesta de aumento salarial respaldada por varios actores famosos, pero fue rechazada por la patronal. Ahora, las negociaciones se vuelven a retomar en un momento crucial para la industria del entretenimiento. Si se llega a un acuerdo, los actores podrán usar sus disfraces de superhéroes y personajes de ficción en Halloween.