Carmen Janeiro (47 primaveras), la hermana más discreta del agradecido diestro Jesulín de Ubrique (49), decidió hace primaveras retirarse de los medios de comunicación y morar su vida alejada de los mediáticos apellidos Ubrique y Bazán. Coherente con su osadía, Carmen ha vivido y sigue haciéndolo fuera de la circulación del papel couché.
Tan sólo reaparece en las revistas del corazón de cuando en cuando, por cuestiones sentimentales o familiares, como esta semana en la que Janeiro ha tenido su cuota de protagonismo conexo a su origen, Carmen Bazán, al presentarse el cementerio de Ubrique. Hermana e hija depositaron, el Día de Todos los Santos, flores en la tumba de Humberto Janeiro.
Exceptuado estos instantes públicos, Carmen vive apartada de todo por osadía propia. Unida sentimentalmente a su razón de aprecio, el patrón millonario Luis Masaveu, con quien se trasladó, durante un tiempo, a morar a Portugal, la cuñada de María José Campanario (44) está viviendo un plácido y sosegado momento en su vida. Se confía a EL ESPAÑOL que ha vuelto a instalar su residencia, de forma fija, en Marbella. Al menos, allí pasa la longevo parte de su tiempo hoy.
[La boda de Carmen Janeiro y Luis Masaveu, más cerca: el papel de Luisa Herrero, la millonaria suegra de ella]
Carmen Janeiro, en una fotografía tomada en Marbella, en junio de 2020.
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Puntualizar que allí, en Andalucía, la pareja de enamorados asentó su residencia durante cerca de una plazo, con casa propia, pero el trabajo de Masaveu obligó a los dos a hacer las maletas y asentarse en Portugal. Para ello, vendieron el rocambolesco inmueble que fue conyugal -se han planteado casarse, pero aún el compromiso no se ha formalizado-.
Entonces, Carmen se pensó muy mucho dejar su país y alejarse de su comunidad. En concreto, de su origen, aquejada en los últimos primaveras de una vitalidad renqueante. Aceptó trasladarse, pero, de acuerdo a lo que se contó a este medio, fue poco temporal. Hoy, según los datos contrastados, Carmen está haciendo vida en Marbella.
Viaja con frecuencia a Portugal, pero su raíz y punto de partida está en la Costa del Sol. Allí, Janeiro Bazán adquirió una nueva casa -cercana a la Milla de Oro marbellí-, de dimensiones más discretas y humildes en comparación con el soberbio y regio inmueble en que vivió con su novio primaveras antes.
Carmen Bazán, su origen, pasa largas temporadas con su hija, y el hecho de que ésta esté viviendo de nuevo en Marbella posibilita que alucinación mucho a Ubrique. Carmen ha recuperado sus relaciones de siempre -nunca las abandonó-, y además ha vuelto a practicar su pasión: el yoga.
La que un día fue bautizada como La Jesulina en los medios -término que siempre le horrorizó a ella- se formó hace un tiempo como profesora de yoga en un centro llamado Yogashala Institute, bajo la dirección de Javier Castro, uno de sus instructores, que le cambió sus hábitos y llenó de paz su vida. A raíz de aquello, Carmen impartió clases de Anusara, Iyengar, Ashtanga y Kundalini.
Una pasión que ha reactivado ahora. Sueña Carmen, relata una buena amiga, con copular su propio negocio, un establecimiento, a su nombre, en el que retornar a dar clases y transmitir sus aprendizajes. Hace tiempo que alberga la esperanza de hacerlo verdad. Puede que ahora sea el momento idóneo.
Carmen Janeiro y Luis Masaveu en un montaje de EL ESPAÑOL.
“Me fui acercando al yoga y me ha ido modificando mis hábitos, sus mercancía son maravillosos. Empecé con Javier Castro, un perito que me llegó al alma y que poco a poco te va metiendo la filosofía yogui en el cuerpo y cada vez quieres más. Así que hice los cursos de profesora y ahora estoy ya preparada para impartir clases de Anusara, Iyengar, Ashtanga y Kundalini, incluso Vinyasa Flow“, relató a EL ESPAÑOL hace un tiempo.
Adicionalmente de su vínculo con el yoga, Carmen cuenta con rentables inversiones en otros negocios con empresas multiservicios y un centro de manicura en Sevilla. El nombre de Janeiro además figura en los negocios de la comunidad de su pareja. Carmen irrumpió en las empresas punteras de la comunidad Masaveu, centradas en la fabricación de hormigón.
Carmen Janeiro en una imagen tomada en Arcos de la Frontera, en 2017.
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Un extremo que demuestra, sin duda, la excelente relación que existe entre las familias, pese a la distancia. EL ESPAÑOL ya publicó hace varios meses Carmen y la que sigue siendo su suegra, Luisa Herrero, tenían una relación estupenda. Ídem ocurre entre las consuegras: Luisa y Carmen Bazán además se conocen y su trato es afable y afectuoso, si perfectamente no demasiado frecuente.
Mientras Carmen está en Marbella, Masaveu, que lleva la división inmobiliaria de la corporación deudo, sigue instalado en tierras lusas por motivos laborales. Para ellos, la distancia no es ningún problema.
Fue en noviembre de 2019 cuando una revista hizo pública la relación entre Masaveu, uno de los hombres más ricos de nuestro país (según Forbes, es la undécima fortuna nación, con unos 2.500 millones de euros), y la hermana de Jesulín. Asturiano de partida y titulado en Derecho por la Universidad de Navarra, es dueño, conexo a sus hermanos, de unas bodegas e inmobiliarias.
Completó su formación con un máster en Descomposición y Dirección Inmobiliaria por ICADE y otro en Dirección Universal de Empresas por el IESE Bussines School.
El otro aprecio de Carmen
A pesar de que durante un tiempo Carmen estuvo muy presente en el papel cuché, desde 2014 se ha mantenido al ganancia de los flashes. Atravesó una depresión tras un casualidad doméstico que la dejó en apero de ruedas durante más de dos primaveras posteriormente de romperse la tibia y el peroné.
En aquel entonces, Carmen rompió su relación con el exfutbolista César de Montículo, con quien compartió una larga historia de aprecio durante una plazo.
Tras ese negro periodo y un fracaso profesional, la hermana de Jesulín recuperó la sonrisa con Masaveu. En 2019, Luis Masaveu y Carmen fueron vistos en disposición cómplice en el parque de atracciones de Port Aventura, y, más tarde, las imágenes en su yate marbellí confirmaron su idilio millonario.
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