Sergio Massa tal vez no se dio cuenta de que la seguridad del evento organizado por los sindicatos ayer para celebrar la eliminación del impuesto a las ganancias fue encargada a los militantes del sindicato de camioneros. Uno de los encargados de la organización y de evitar disturbios en la Plaza de Mayo fue Roberto “Polaco” Petrov, exjefe de la barra brava de Independiente y actualmente empleado del gremio de los Moyano, según consta en sus registros fiscales.
Petrov, quien trabaja como guardaespaldas de los líderes sindicales, fue liberado de prisión hace casi dos años después de haber estado detenido en relación con una presunta asociación ilícita entre los dirigentes de Independiente, cuando el club estaba bajo el control de los Moyano, y la barra brava. Este es el mismo caso que casi lleva a Pablo Moyano a juicio por sus vínculos con los hinchas y la venta ilegal de entradas. En Camioneros minimizaron la presencia de Petrov en el evento encabezado por Massa ayer. “Participó más como activista que en funciones”, dijo un portavoz.
Si bien la organización de ayer en la entrada del Ministerio de Economía estuvo a cargo de la CGT, fue el sector sindical afín a Pablo Moyano el que impulsó en gran medida el evento. El camión que funcionó como escenario improvisado fue proporcionado por el moyanismo, al igual que la seguridad y el vallado en los alrededores de la sede de Hacienda, donde se congregaron casi 30.000 personas. Camioneros, como era de esperar, fue uno de los sindicatos que aportó más militantes a la manifestación callejera.
Massa es un fanático del fútbol y sabe que se expone a situaciones como la de Petrov. Recientemente, antes de las elecciones primarias, según informó un operador político del partido justicialista, tuvo que restablecer su relación con el “Negro Fiorucci”, un histórico líder de la barra brava de Tigre, para garantizar a Malena Galmarini el acceso a dos villas peligrosas de la zona para hacer campaña. Los voceros de la titular de AySA y candidata a intendente no desmintieron esta versión en ese momento.
El acuerdo de Massa con los Moyano no es algo nuevo. A principios de este año, cuando el ministro de Economía aún no era candidato presidencial y prometía una inflación de solo el 3% a partir de abril, acordó con los líderes camioneros fortalecer el control de precios en las grandes cadenas de supermercados, una tarea llevada a cabo por la Secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini.
Es así como el funcionario massista recurrió a Oscar Alejandro Borda, un dirigente camionero responsable de la estratégica rama de Logística y miembro del círculo de confianza de los Moyano desde hace casi una década. Borda, quien en enero ingresó con su grupo a un centro de distribución de Coto para supervisar el cumplimiento del programa oficial Precios Justos, es el responsable de los bloqueos a empresas, una táctica que los Moyano han utilizado como suya.
Al igual que Alberto Fernández al comienzo de su mandato, Massa busca respaldo para su candidatura presidencial de los gobernadores del Partido Justicialista y los sindicatos afiliados a la CGT y la CTA. Esto se puso de manifiesto durante el fin de semana en Tucumán. La decisión de ayer de reformar el impuesto sobre los salarios es una medida destinada a asegurar el apoyo de estos grupos, incluso si significa ceder el control de la campaña electoral ocasionalmente a los Moyano y su milicia.