A finales de agosto, el Festival de Cine de Toronto (TIFF) perdió a su principal patrocinador, Bell. “A principios de este año, decidimos que finales de 2023 sería el momento adecuado para dar un paso atrás en nuestra asociación con el TIFF y optamos por no renovar nuestro patrocinio para invertir en otras oportunidades que son fundamentales para nuestro negocio”, aseguró una portavoz de la compañía. Ahora, han sido las propias estrellas invitadas al evento las que han pedido al consejero delegado del festival, Cameron Bailey, que rompa su relación con su otro patrocinador principal, el Royal Bank of Canada (RBC), de cara al año que viene. Mark Ruffalo, Julianne Moore, Rachel McAdams, Edward Norton o Joaquin Phoenix son algunos de los más de 200 actores y directores que han firmado una carta abierta a Bailey criticando al banco por su papel en la extracción de combustible fósil y su impacto en tierras indígenas sin consentimiento.
Los motivos presentados son de peso, considerando que el Festival de Cine de Toronto se enorgullece de su defensa y apoyo a los indígenas y nativos americanos. Sin embargo, Judy Lung, la vicepresidenta de relaciones públicas y comunicaciones del TIFF, en lugar de Cameron Bailey, respondió a la carta. “Apreciamos que los miembros de nuestra comunidad cinematográfica nos hayan llamado la atención”, aseguró. “Estamos comprometidos con la sostenibilidad ambiental y reconocemos la importancia de abordar el cambio climático de manera rápida y colaborativa. Estamos manteniendo conversaciones activas con RBC y acogemos con satisfacción su apertura a entablar un diálogo como primer paso”.
En respuesta, el banco emitió un comunicado mostrando su deseo de dialogar directamente con la comunidad cinematográfica. “Cuando se trata del cambio climático, creemos firmemente que se necesita más acción y a un ritmo más rápido para abordarlo. Estamos trabajando para involucrar a las comunidades indígenas en el avance colectivo de la reconciliación. Apreciamos la preocupación por nuestro clima expresada por los miembros de la comunidad cinematográfica y agradeceríamos la oportunidad de diálogo”, declaró.
La idea de la carta que acusa a RBC de ser uno de los peores contaminantes del mundo debido a su financiamiento a la industria del petróleo y el gas fue de la cineasta canadiense Elza Kephart y del mexicano José Luis Gutiérrez. “Los cineastas han hablado: queremos petróleo y gas fuera de nuestra industria. Ahora TIFF debe decidir entre un patrocinador particularmente problemático y su comunidad”, advirtió Kephart. El actor Mark Ruffalo también expresó su compromiso con la causa a través de su cuenta de X (antes Twitter), donde compartió la carta junto a un mensaje en el que asegura: “RBC es uno de los mayores financiadores de combustibles fósiles con el peor historial de lavado ecológico y abusos de las Primeras Naciones a través de sus proyectos de extracción. Ellos luchan contra nosotros”.
En respuesta a estas acusaciones, los líderes indígenas de la nación Wet’suwet’en, cuyas tierras están afectadas por un proyecto apoyado por RBC, también comentaron al respecto. “TIFF celebra las películas con conciencia social y eleva a los cineastas indígenas. Eso es algo bueno, pero es incoherente asociarse con los peores delincuentes de Canadá en temas sociales”, declaró su jefe, Na’Moks, en entrevistas.
La carta consta de cuatro puntos en los que los firmantes exponen los motivos por los que rechazan el patrocinio del Royal Bank of Canada. Según ellos, los más de 45 millones de dólares de ingresos que recibe anualmente el festival de otros patrocinadores les permite prescindir del millón que reciben de RBC. “Creemos que es hora de sacar a RBC de la pantalla”, concluye el escrito.