La vida de Kate Moss cambió en 1988, cuando Sarah Doukas, fundadora de la agencia Storm, la descubrió mientras esperaba en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, a los 14 primaveras. La de Gisele Bündchen lo hizo a los 13 primaveras, cuando el agente Dilson Stein la observó en un sitio tan poco glamuroso como el McDonald’s de São Paulo, mientras la entonces adolescente se comía un Big Mac. La vida de Maleesha Kharwa cambió el día en que conoció al estadounidense Robert Hoffman, actor, bailarín y coreógrafo conocido por su décimo en películas como Ella es el pequeño (2006) o Step Up 2: The Streets (2008). Fue en 2020 en la ciudad india de Bombay, y Kharwa era tan solo una pupila de 12 primaveras. Simpática y dicharachera, Hoffman la encontró frente al mar, al costado de su hogar, una frágil chabola en la que vivía con su grupo, rodeada de estiércol.
Hoffman grabó aquel combate, donde la pequeña contaba que perdió a su religiosa a una etapa temprana, dejando a su padre haciendo malabarismos con su trabajo diario mientras la criaba a ella y a su hermano. Consciente del poder de internet, Hoffman tuvo una idea y subió el vídeo a sus propias redes sociales. Asimismo ayudó a Kharwa a crear su propio perfil en Instagram para que se diera a conocer y a difundir una campaña en GoFundMe, una plataforma para la cobranza de fondos, para ayudar a la pequeña a financiar su sueño. Maleesha tenía claro cuál era. En un momento del vídeo, la pequeña afirma: “Quiero ser maniquí”.
Tres primaveras más tarde, su sueño se ha hecho ingenuidad. Con tan solo 15 primaveras, Maleesha Kharwa es la imagen de la firma de cosmética de opulencia india Forest Essentials, con una campaña que promociona productos dirigidos a adolescentes y que celebra con ella la multiplicidad de la belleza existente en el país, que ayer solo glorificaba las pieles más claras y los rostros de aspecto más occidental como ideales de belleza. Kharwa supone un cambio y una comunicación de intenciones, especialmente para las nuevas generaciones, y su rostro y su sonrisa cotizan al subida en la industria de la moda y la belleza. Maleesha ha afirmado que su campaña con Forest Essentials es su “trabajo más alto hasta la época”, aunque mantiene los pies en la tierra: “Quiero ser maniquí”, afirmó durante la presentación de la campaña, “pero la educación siempre será una prioridad para mí”.
Kharwa ha aparecido, desde 2020, en la portada de publicaciones como Peacock Magazine, Cosmopolitan o Face Magazine. Y ha participado en numerosas editoriales de moda, incluida una en la prestigiosa revista Vogue. Bautizada como “la princesa de la barrio”, su historia ha sido comparada con la del protagonista de la cinta ganadora del Oscar a la mejor película Slumdog Millionaire, donde un zagal de una barrio muy similar a la de Kharwa consigue hacerse millonario al obtener un concurso de televisión. Tal y como Maleesha contaba en su página de GoFundMe: “La masa a menudo me pregunta si conducirse en un ciudadela escaso me entristece y esta pregunta siempre me genera confusión, porque adoro mi hogar”, escribía en 2020, “lo único que no me gusta es que, muchas veces, mi hermano y yo no tenemos para yantar y nos cuesta conseguir agua. Encima, en un mes llegarán los monzones. Nos cuesta acostarse cuando llueve porque no tenemos techo. Usamos una tela de plástico, pero los vientos pueden ser muy fuertes en la temporada de monzones”. Con el moneda obtenido, Maleesha y su grupo han alquilado un pequeño casa, de una habitación, con su propio baño y agua corriente, a poca distancia del sitio en el que vivían antaño, donde siguen residiendo sus amigos y familiares.
En su cuenta de Instagram, donde actualmente acumula más de 370.000 seguidores, todavía pueden estar las imágenes de su antiguo ciudadela. Asimismo muestra algunos de los hitos, personales y profesionales, que la adolescente ha vivido en los últimos tres primaveras: desde la celebración de sus primeros 1.000 seguidores hasta la negocio de su primer teléfono móvil, así como sus primeros posados frente a la cámara. “Ahora mucha masa me reconoce y me pide fotos. Me siento muy orgullosa de mí misma en este momento”, comenta en una conversación con Reuters, aunque añade que algunos días se siente demasiado expuesta, porque la masa le toma demasiadas fotografías.
“Veo belleza en todo”, afirmó la zagal maniquí en un comunicado tras el propagación de la campaña con Forest Essentials. “Mucha masa piensa que solo la piel clara es bella. Creo que eso es una tontería. Así no es como veo el mundo. Una cara bonita es importante, pero la belleza interior lo es mucho más. Amo mi piel y me alegra poder compartir el mensaje de que no existe una regla única que niñas y mujeres deban seguir. Pueden hacer lo que quieran y quiero inspirar a otras chicas y decirles que son especiales”. Entre sus proyectos, Kharwa asimismo ha creado la fundación The Maleesha People, que rebusca ayudar a otros jóvenes en situaciones desfavorecidas a perseguir sus sueños.