Miami se ha convertido en el centro de atención para las celebridades en Estados Unidos, con una gran acumulación de rostros conocidos que solo se compara con las alfombras rojas de los premios Oscar o la gala del Met. Desde Nicole Kidman hasta Marc Anthony, pasando por estrellas del deporte como LeBron James y Serena Williams, o influyentes globales como Kim Kardashian, que admitió haber viajado expresamente a la ciudad para cumplir el sueño de su hijo, Saint, quien se hizo un peinado en forma de símbolo M-10. Este es el nivel de locura que ha desatado la reciente llegada de Lionel Messi al Inter Miami CF, un aterrizaje que ha dejado impactados tanto a los fanáticos de la liga de fútbol estadounidense como a sus grandes iconos culturales, quienes peregrinan a un pequeño estadio de Florida para rendir homenaje al astro argentino. Este verano, las estrellas han cambiado las playas de Santa Mónica por las de South Beach.
El impacto deportivo de Messi, ganador siete veces del Balón de Oro, en las filas del Inter de Miami, equipo fundado en 2018 y que ocupa el penúltimo lugar en la clasificación de la Conferencia Este de la MLS, ha sido sorprendente y significativo. Pero la influencia del legendario delantero va más allá del campo de juego o de su presencia en la comunidad latina, llenando de su imagen los asientos, murales, vallas publicitarias y, sobre todo, las cuentas de resultados de su nuevo club.
Marta Tamayo, periodista especializada en el negocio deportivo, confirma que los propietarios del equipo esperan duplicar los ingresos en comparación con el año anterior. “El precio promedio de las entradas para los partidos del Inter Miami se ha más que duplicado, pasando de $54 a $128. En el mercado secundario, los boletos llegan a valer $864, seis veces más que hace un año, y las suscripciones a la liga estadounidense en Apple TV se han duplicado”, explica. Además, desde su llegada, la camiseta de Messi es la más vendida en todas las grandes ligas de Estados Unidos.
Fue el propio David Beckham quien anticipó, allá por el mes de julio, que la contratación de Messi iba a ser “uno de los fichajes más grandes en la historia del deporte en EE. UU.”. Beckham, además de ser uno de los propietarios del club y su director de operaciones, se ha convertido en un anfitrión de lujo para el argentino y en el mejor embajador para las estrellas que acuden al estadio DRV PNK para verlo jugar. Tanto él como su esposa, la diseñadora Victoria Beckham, han utilizado sus redes sociales como una plataforma publicitaria clave para el Inter de Miami. “Los Beckham en Miami están trabajando para convertirse en lo que las Kardashians son en Calabasas (Los Ángeles)”, comenta la periodista Greta Álvarez, experta en cultura pop y residente en Estados Unidos. “Están incorporando a Miami como parte de su marca y lo hacen consumiendo mucha de la cultura latina que está tan arraigada en esta ciudad: hemos visto a David y Victoria bailando salsa, siendo los mejores amigos de Marc Anthony o bebiendo Polar, una famosa cerveza venezolana. ¿Esto es todo para promocionar al Inter de Miami? Parece que sí, independientemente de que lo estén disfrutando con mucho respeto”, agrega.
Los más de 100 millones de seguidores que los Beckham suman en sus cuentas de Instagram son testigos diarios de la presencia de las estrellas del entretenimiento que se dejan ver en el estadio, posando sonrientes junto a Karlie Kloss, Rauw Alejandro, P Diddy o Camila Cabello. “Cuando vi a Messi, mi modo de fan se desbloqueó por completo”, relata la cantante de éxitos como “Havana”, quien tuvo el privilegio de charlar con el futbolista argentino en el banquillo. Nadie importante deja el estadio sin ser fotografiado junto a alguno de los Beckham o sin recibir un saludo rápido de Messi. Y si bien no hay un talento superior en el campo, al menos hay una razón para emocionarse al ver a alguna ganadora del Grammy en las gradas.

La estrategia de atraer a rostros conocidos ha tenido un impacto mediático para el Inter de Miami que va más allá de las páginas de la prensa deportiva. Un ejemplo de esto es el crecimiento en su cuenta de Instagram, que ha pasado de tener un millón de seguidores a 15 millones en las últimas semanas. El segundo club más seguido de la liga, Los Ángeles Galaxy, popularizado por Beckham cuando llegó allí en 2007, apenas tiene un millón y medio de seguidores. Esta dinámica empieza a recordar lo realizado en la década de los ochenta por Los Ángeles Lakers, equipo que durante los últimos 40 años ha tenido los asientos más exclusivos ocupados por los rostros más famosos de Hollywood, liderados por Jack Nicholson. Así lo expresaba su legendario dueño, el Dr. Jerry Buss: “Pensé, ¿no sería genial si pudiera tener estrellas de cine de manera constante en el pabellón? Con el tiempo, todos sabrían que si quieres ver a una estrella, solo hay un lugar donde hacerlo: en el palco de Jerry Buss”.
David Beckham, exjugador del Manchester United y del Real Madrid, admitió hace una década que quería ver a Messi llevando su talento futbolístico a la costa de Florida. “Eso es lo que quería ver para este deporte”, recordó. No parece una coincidencia que, en pleno fenómeno Messi, el Inter de Miami haya anunciado la construcción de su nuevo estadio a partir de 2025, el Freedom Park, un recinto de última generación con mayor capacidad y una amplia oferta de entretenimiento y gastronomía. Según Álvarez, Beckham acertó al convertir la presencia de famosos en una parte integral del marketing del club. “Es un equipo nuevo y, para destacar más allá de las camisetas rosadas y tener al mejor jugador del mundo en el equipo, no está mal tener a rostros conocidos en los partidos. Esto aumenta el boca a boca y ayuda aún más a la liga a llegar a un público que tal vez no vea los canales deportivos en la televisión. Las celebridades generan clics, retuits y comentarios… y bueno, si son tus amigas o vecinas, ¿por qué no mandarles un mensaje de texto con una invitación al palco VIP de tu club?”, concluye.
El impacto social de la llegada de Messi es aún más notable en un país donde el fútbol está lejos de ser uno de los deportes más populares. Sin embargo, cada vez más artistas exitosos han decidido invertir en el deporte rey a nivel mundial en lugar de la NBA o la NFL: Natalie Portman (Angel City FC), Reese Witherspoon (Nashville SC), Ryan Reynolds (Wrexham) o Matthew McConaughey (Austin FC) son solo algunos ejemplos. En un momento de agitación estructural en el fútbol internacional, con el fondo soberano de Arabia Saudita reclutando jugadores como Karim Benzema o Neymar Jr. para unirse a Cristiano Ronaldo como iconos de su liga, la dupla formada por Lionel Messi y David Beckham se ha convertido en un contrapeso occidental eficaz para enfrentar la hegemonía de los petrodólares y rivalizar con el glamour y el hedonismo que emana la promesa del sueño americano.