El miércoles pasado, salió a la luz una noticia que puso en aprietos a Eugenia Martínez de Irujo (54 años). Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, un juzgado en Sanlúcar La Mayor, Sevilla, citó a declarar a la duquesa de Montoro por un posible delito contra el medioambiente, relacionado con la supuesta extracción ilegal de agua a través de ocho pozos en la finca Aljóbar, cerca del Parque Nacional de Doñana.
Horas después, la empresa involucrada, Eurotecnia Agraria S.L, emitió un comunicado en el que desvinculaba a la aristócrata de la gestión de la finca, además de defenderse de cualquier acusación. La compañía explicó que Luis Martínez de Irujo, hijo de Alfonso Martínez de Irujo (73), era el responsable de la gestión de la finca Aljóbar, y que la duquesa de Montoro nunca había participado en la explotación.
El comunicado mencionaba a Luis Martínez de Irujo Hohenlohe-Langenburg, el hijo mayor de Alfonso Martínez de Irujo. Sin embargo, el informe comercial de la empresa sí incluye a Eugenia, así como a sus hermanos Fernando (64) y Cayetano (60). Precisamente con este último, Eugenia ha estado en conflicto público durante varias semanas.
[Cayetano Martínez de Irujo, sobre su disputa con Eugenia: “Algún día empezaremos una relación con punto y aparte”]
Eugenia Martínez de Irujo, en la misa funeral de Marta Chávarri.
Gtres
Desde principios de octubre, la duquesa de Montoro y el Conde de Salvatierra han intercambiado varios mensajes que demuestran la tensión entre ellos. El pasado 6 de octubre, Cayetano se sentó en el plató de TardeAR y, entre otras cosas, habló sobre la disputa que tiene con su hermana: “Hemos pasado por varias etapas, estoy esperando tener una conversación a fondo con ella para comenzar una relación nueva desde cero. Ya no me necesita”. Más tarde, Eugenia Martínez de Irujo respondió públicamente después de asistir al funeral de Marta Chávarri: “¿Sabes qué le pasa a Cayetano? Que se aprovecha de que los demás no hablamos. Debe ser eso, porque si no, no lo entiendo”.
En esa misma semana, los hermanos coincidieron en el bautizo de la hija menor de los duques de Huéscar, donde Cayetano nuevamente intentó aclarar las cosas ante la prensa. Firme en su postura, dejó claro que la versión de su hermana no era correcta. “No hay nada, no hay que sacar las cosas de contexto. Simplemente son como son. Yo tengo todos los documentos necesarios”, aseguró. También estableció sus límites: “Después de nueve años, ya no voy a tolerar que bloqueen mi progreso y el de mis hijos. Eso no lo aguantaré”.
A pesar de la respuesta de su hermana, el duque de Arjona decidió no entrar en el tema y afirmó que no se sentía “herido” por su respuesta. “Respeto mucho lo que los demás hagan o decidan no hacer, si quieren quedarse como están, lo respeto”.
Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo en el bautizo de la hija de los duques de Huéscar.
Gtres
En esa celebración familiar, Cayetano Martínez de Irujo volvió a enfatizar sus declaraciones anteriores y explicó: “Lo único que dije es que llevo meses intentando hablar con ella, y no he podido”. A pesar de sus desacuerdos, el duque de Arjona expresó su deseo de solucionar sus diferencias con su hermana: “Algún día nos sentaremos y comenzaremos una relación nueva y distinta”. Al preguntarle si tenía ganas de reunirse con sus hermanos en el bautizo de la pequeña Sofía, hija de los duques de Huéscar, simplemente respondió: “Veremos, estoy aquí”.
Aunque ha sido un mes complicado, Eugenia Martínez de Irujo se ha enfocado en sus proyectos y en asuntos que merecen ser celebrados. Entre los dos conflictos mencionados, se inauguró la exposición “La Moda en La Casa de Alba”, que recorre dos siglos de la industria a través de más de 100 piezas históricas.
La inauguración tuvo lugar el 19 de octubre, y Eugenia estuvo presente junto a los comisarios de la exhibición, Lorenzo Caprile y Eloy Martínez de la Pera. Ella lució un vestido de los años 50 perteneciente a la duquesa de Alba, como un homenaje a su madre, y compartió esta información en sus redes sociales.
Un día antes, la duquesa de Montoro habló con EL ESPAÑOL y describió este proyecto como “una maravillosa exposición”. Explicó que había prestado prendas de su madre, la duquesa de Alba, así como piezas de su tía Sol y su propio vestido de novia. La exposición estará abierta al público hasta el 31 de marzo.
Hasta ahora, el proyecto de la Casa de Alba, en el que Eugenia ha estado especialmente involucrada, parece estar siendo bien recibido. En las redes sociales, se pueden leer numerosos comentarios de personas que están ansiosas por visitarla. Además, las ventas de entradas los fines de semana y en horas punta están siendo exitosas.
En medio de un mes agridulce, Eugenia Martínez de Irujo también ha disfrutado de momentos especiales junto a su hija Tana Rivera (24). El fin de semana pasado, madre e hija asistieron a la boda de unos amigos en Sevilla, y al finalizar el banquete, la novia le entregó su ramo a la hija de la duquesa de Montoro, quien compartió su felicidad con su madre.
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