Ion Aramendi (46 abriles) es una extraña fuerza de la naturaleza. Jugó al baloncesto profesional, estudió Periodismo en Salamanca, se cruzó el mundo hasta ascender a las antípodas para ganarse de la vida como pudo, fue reportero en la época más ácida de Sálvame y ahora, con la envero natural que entrega el paso del tiempo, es el nuevo Rey Midas del género Mediaset España: lo que toca, lo convierte en oro. Este es su momento.
Adyacente a su esposa, María Amores (46), con quien mantiene una relación desde hace más de 15 abriles, hacen un tándem indestructible y las empresas llevan ya tiempo acercándose a ellos para que se conviertan en embajadores de sus productos o servicios. La última, Moonz, centro especializado en ortodoncia de niño que acaba de desobstruir su espacio en San Sebastián, tierra nativo de Aramendi.
Con motivo de esta comprensión, EL ESPAÑOL se cita con el presentador de Supervivientes, Reacción en esclavitud y GH VIP y con él acento sobre televisión, conciliación, aprecio y proyectos de futuro.
[María Amores, mujer de Ion Aramendi, y su hijo mayor hacen juntos la Comunión: todos los detalles]
El presentador Ion Arameni inaugura el centro Moonz en San Sebastián.
Ion, embajador de un centro especializado en ortodoncia de niño. ¿Usted es de los que tiene miedo de ir al dentista?
Sí, tío. Desde pequeño he tenido ese traumita , y la verdad es que estoy absolutamente alucinado con Moonz y con el concepto que plantean. Es un entorno mágico. Aquí los niños no van a tener miedo. Estoy buscando el más cercano de mi casa de Madrid para llevarlos. Es una disfrute.
¿Cuáles son los miedos que le han perseguido a lo dispendioso de su vida?
¿Otros miedos? No tengo muchos miedos. Esa es una de las cosas que siempre dice mi mujer. Soy asaz robusto para todo. No me da miedo casi nadie.
¿Y cuáles son esos miedos que ha superado?
Igual el miedo a las staff. De vez en cuando me da vahído, y eso que en Donosti vivía en un sexto. Las staff, el avión, pero al final, de coger tantos… no tengo miedos. Soy un poco hipocondríaco. Miedo a que le pasa poco a mi comunidad.
¿Desaparece el miedo alguna vez cuando uno se convierte en padre?
Eso nunca. No se va. Tienes el sexto sentido ese que dicen, que siempre estás alerta, pero siquiera soy de esos padres temerosos que están constantemente viendo todo lo que hacen los hijos. Esos padres helicóptero. Yo me rompí la ñatas, clavé los dientes en el suelo… Si a mis hijos les pasara poco, lo pasaría muy mal, pero no vivo con el miedo constante.
[Ion Aramendi y María Amores, cuando creen que nadie los ve: charla, gestos con su hija y visita al súper]
En estos momentos de tanto trabajo, con viajes, como este que acaba de hacer a San Sebastián. ¿Cómo lo hace para conciliar con la comunidad?
A Dios gracias, Reacción en esclavitud es un software figura y está muy adecuadamente estructurado. Tenemos tres días de impresión a la semana, terminamos a buena hora. Es verdad que no puedo ir a apañarse a los niños al colegio esos días, pero intento llevarlos siempre. Y cuando llego a casa, sí que soy un padre entregado y me implico mucho en la educación de los dos, sobre todo con el decano, que lo intento ayudar a estudiar. Me gusta motivarlo, es un grandísimo estudiante, es más dinámico que yo. La pequeña nos trae por la calle de la amargura y de la bienaventuranza a la vez. Es un no detener. Ahora ha aprendido a vagar y tenemos que ir detrás de ella en modo persecución.
María, su esposa, es un apoyo increíble, ¿no?
No me canso de decirlo, es la mejor persona, más inteligente y más generosa que me he recostado a la cara. Gracias a ella, en un 99%, somos la comunidad que somos, tengo los hijos que tengo y tengo la vida que tengo, que es una vida muy atinado.
Esta pregunta es un clásico, pero en estos tiempos de redes sociales y tantos estímulos en todas partes, ¿cómo hace uno para estar más de 15 abriles con la misma persona? ¿Cuál es el secreto?
Siempre lo digo, y es muy sencillo de afirmar, pero es la secreto: simplemente no te aburras con tu pareja. Que sea la persona con la que más te apetece susurrar, tomarte una caña o discutir de la educación de los niños. Que no se convierta en una rutina sin comunicación.
Oye, les he conocido muy, muy sinceros hablando en el pódcast de María sobre sus diferencias sexuales. ¿Se ha resuelto eso?
¡Sí, sí! Estamos teniendo una especie de segunda pubescencia.
¡Qué maravilla!
Claro, bueno, son rachas, ¿eh? Cuando nació el primero, caldo la recuperación… recuperar la complicidad costó un poco más. Luego el segundo y el tercero… A ver, es muy complicado. No sólo conciliar la vida profesional y personal, sino la asimismo personal y la sexual. Es muy difícil con tres hijos danzando por casa. Pero, mira, escapaditas como esta que hacemos de vez en cuando o alguna sombra en un hotel, pues siempre estimula un poco todo.
¿Echa poco de menos en tu vida de soltero?
No, no echo nadie de menos eso. Para mí, María no sólo es inteligente y una persona a la que admiro muchísimo, sino que es una mujer guapísima. Es muy coqueta, yo asimismo lo soy. Tenemos simpatía física, una comunidad maravillosa que hemos construido y que ha sido un regalo. ¿Qué español hago yo ahora metiéndome en Tinder y teniendo citas con gentío? Yo estoy decano para esas cosas y no echo nadie de menos esa vida precedente.
¿Qué expresiones tiene de su etapa como reportero de Sálvame?
Maravillosos. Para mí, fue como hacerme toda la ESO de un zarandeo, fue una escuela. Tengo expresiones maravillosos del equipo humano, mis compañeros, los redactores, coordinadores, mis jefes. El primer directo que hice fue a las puertas de un hospital en el que estaba ingresado el padre de Jesulín de Ubrique. Estaba absolutamente afligido, con unos ansiedad… Y salió. El primer reportaje fue en un concierto de Isabel Pantoja. Entrevisté a Brad Pitt, Mel Gibson. Sálvame me hizo infinidad de regalos.
Se pasan muchos ansiedad en esos primeros directos para un software conocido por millones de personas.
Claro, acojona. Y sobre todo los primeros, e imagínate cuando Jorge Javier se ponía salsero. Tú te pones con tu discurso, superpreparado y, de repente, Jorge: “Oye, ¿qué tiempo hace?”. En el directo tienes que educarse a diligenciar lo que no crees que va a suceder. Salir de esas situaciones es lo que positivamente te da la experiencia y las tablas para luego desenvolverte en presencia de cualquier situación.
¿Algún consejo para todos esos chavalitos que empiezan y que se comen horas y horas de guarnición al sol o bajo la abundancia haciendo guarnición para interviuvar a algún personaje conocido?
Quiero pensar que soy un referente para muchos de ellos porque yo era esa persona. Yo he chupado horas y horas a las puertas de la casa de Ortega Cano. Chicos, seguid trabajando, seguid peleando, que si hay una oportunidad, llegará. Y si no llega, no pasa nadie. Disfrutad con lo que estáis haciendo. Y asimismo les diría que no se pongan grandes sueños. Que vivan en el día a día.
¿Usted cree en la meritocracia? Esa utópica idea que dice que cualquier persona puede ganar todo lo que se proponga si trabaja lo suficientemente cachas para conseguirlo.
Buenísima pregunta, tío. No creo nadie en la meritocracia. Creo que hay gentío que es infame y que, aunque trabaje 80.000 horas, seguirá siendo infame. Y hay gentío que, con poquito, es capaz de descollar rápidamente. Creo en la suerte. Muchísimo. Si tienes buena suerte y estás en el sitio adecuado en el momento adecuado, eso es para ti. Te lo tienes que creer.
Mucha gentío verá en usted un ejemplo. Un chaval que empezó de reportero y que se convierte ahora mismo en el bastión de una importante esclavitud de televisión doméstico. ¿Qué es el éxito para Ion Aramendi?
Te lo resumo rápido. El éxito para mí es el personal. El trabajo es satisfacción. Mi trabajo me enamora, hago lo que más me gusta, que es la tele. Pero mi éxito es la comunidad que tengo, que los críos estén adecuadamente de salubridad. Salir en la tele o ser más o menos popular no es éxito, es parte de mi trabajo, poco que tengo para dar seguridad a mis hijos.
Ayer seguía a los famosos y ahora, involuntariamente, por la éxito que da la televisión, usted ha cruzado la recorrido. ¿Se acostumbra a hallarse en las revistas?
Me sorprende y me hace humor. Y cuando hemos nacido en el ¡HOLA! a mí mujer y a mí nos ha hecho mucha humor porque somos consumidores de esas revistas. Cuando te pillan, de repente, en el súper, comprando, esa típica foto que no te has enterado… me sorprende. Y digo: “Copular, qué cabrones. Siguen siendo buenísimos”. Yo conozco a muchos foteros, y es que son buenísimos. Me sorprende esa espera porque yo soy un tío de la calle, frecuente, de intramuros.
¿Alteración por GH VIP?
¡Hay ansiedad! Llevo toda la semana con esa cosilla en el estómago. Me apetece que vaya muy adecuadamente. La esclavitud lo necesita, la gentío está deseando ver una grandísima publicación de GH VIP. Queremos hacerlo lo mejor posible, que pasemos un rato de entretenimiento chulo y que quede una publicación guay.
Para concluir, cuénteme un sueño personal y uno profesional con vistas a esta nueva temporada.
Lo que quiero es seguir trabajando: es lo único que pido. Salubridad y trabajar. Hacer Reacción en esclavitud, que me tiene enamorado, mola, el boca – oreja está funcionando. Me siento muy orgulloso de hacerlo. Y lo que venga, Supervivientes, Gran Hermano, ¡maravilloso! Estoy cien por cien para ellos.
Sigue los temas que te interesan