Es la flor nacional, el nombre remite a la mitología griega y tiene una variedad en honor a Nelson Mandela

Exploramos Sudáfrica con las imágenes previas que teníamos en mente, construidas a través de relatos, películas, fotos y documentales. Soles rojos enormes al final del día, el lecho de un río seco esperando la lluvia, la tierra emitendo calor ondulante y una manada de leones sedientos. Pero hay algo que siempre falta en toda esa imagen: el aire cálido y real lleno de una mezcla de aromas indescriptibles que respiramos. Ahora, finalmente, estamos en África.

Hospedarse en un hotel en la Reserva Natural de Grootbos es sumergirse en el Reino Floral del Cabo.Mario Cherrutti

Además del encuentro con la vida salvaje, hay autopistas perfectas que serpentean entre montañas cubiertas de flores de diferentes colores. Esta ruta se llama la Ruta Jardín, es un camino de 800 kilómetros que bordea el océano Índico, desde Port Elizabeth hasta Ciudad del Cabo.

Existen más de cien variedades de proteas que crecen silvestres por todo el país.Mario Cherrutti

Esta ruta también se conoce como El Reino Floral del Cabo o fynbos, una palabra en afrikaans que significa “matorral fino”. Es un ancho cinturón de más de cien kilómetros de ancho donde se encuentran 8,700 especies de plantas, muchas de las cuales son flores. Hay seiscientas variedades de éricas, de las cuales solo veintiséis se encuentran en otros países, así como gladiolos, lachenalias, calas y una infinidad de proteas, la flor nacional de Sudáfrica. Este es uno de los seis reinos florales del mundo y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2004.

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El Parque Nacional Tsitsikamma, donde el río Storm, oscuro por los sedimentos, desemboca en el mar azul, es un jardín dentro del Jardín. El parque se extiende a lo largo de 80 kilómetros e incluye acantilados, praderas para contemplar el mar y áreas de bosques con enormes árboles nativos como el palo amarillo (Afrocarpus falcatus) que puede llegar a medir hasta 60 metros, palosantos, helechos gigantes y una gran cantidad de flores.

El fynbos o Reino Floral es un tesoro con más de 8700 variedades, la mayoría de ellas flores.Mario Cherrutti

Pasando por una pequeña playa encajada entre montañas, se puede iniciar una caminata hacia el río Storm y su puente colgante. Laderas verdes salpicadas de manchas púrpuras, amarillas y rosadas, como un cuadro de Monet, explican el nombre de la Ruta Jardín.

La Lessertia frutescens, más conocida como “arbusto del cáncer”, se usa como medicina para diversas dolencias.Mario Cherrutti

La ruta sigue pasando por pueblos costeros como Plettenberg, Knysna, George y Mossel Bay, pero nuestro objetivo es Gans Bai, la Reserva Natural de Grootbos. Este lugar combina mar, montañas, fynbos y ballenas. Los pocos hoteles dispersos en las colinas siempre ofrecen entre sus actividades un safari floral, en el cual el guía identifica pequeñas frutas venenosas, flores alucinógenas y dos arbustos muy valiosos, el Aspalathus linearis (rooibos) y el Cyclopia intermedia o honeybush, de los cuales se elaboran infusiones que se exportan a todo el mundo. También se pueden ver muchas proteas, ya que existen más de cien variedades, desde arbustos pequeños de 35 centímetros hasta árboles que pueden llegar a medir dos metros. Las flores tienen colores que van desde el amarillo claro casi blanco, hasta el rojo intenso, y algunas pueden medir hasta treinta centímetros de diámetro. El 92 por ciento de las especies se encuentran en la Región Floral del Cabo, y por la gran cantidad de variedades recibió el nombre en honor a Proteo, el dios griego que podía cambiar de forma a voluntad.

Los safaris florales en el fynbos se pueden hacer a pie o a caballo.Mario Cherrutti

Ciudad del Cabo es el destino final de la Ruta Jardín. Con la imponente Table Mountain como telón de fondo, es una de las principales ciudades del país. En frente se encuentra la Isla Robben, donde Nelson Mandela estuvo prisionero durante 27 años antes de unificar el país. Mandela es un ícono mundial y su nombre está presente en puentes, calles y monumentos en todo el mundo. La flor nacional de Sudáfrica no podía ser menos. Existe una variedad de la protea King Protea, de color rojo brillante, que lleva el nombre de Protea ‘Madiba’ (apodo de Mandela que significa “padre o jefe”). Esta flor también se encuentra en una serie de monedas que muestran la imagen del Premio Nobel de la Paz rodeado de proteas.

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By devteam