Elden Ring es una obra maestra, pero su gran reclamo tiene un lado malo que no sé si me compensa. Hablemos de su mundo abierto – Elden Ring

En algún momento del último año, surgió una idea que no pude evitar tener en cuenta mientras jugaba Lies of P: prefiero a la antigua FromSoftware, la que no se enfocaba en crear mundos abiertos. Aunque Elden Ring ha sido un éxito sin precedentes, creo que no estoy solo en esta opinión.

Tengo varias razones para preferir la estructura de niveles interconectados de los juegos anteriores de FromSoftware. Me gusta más su diseño, en el que cada rincón está cuidadosamente diseñado y no hay un solo metro cuadrado de relleno. A diferencia de Elden Ring, cuyo tamaño casi inabarcable hace que algunos mapas y zonas sean menos memorables.

También, de forma egoísta, prefería el calendario de lanzamientos anterior de FromSoftware. Antes, teníamos juegos casi cada uno o dos años, mientras que Elden Ring, siendo mucho más ambicioso, ha generado más retrasos en el ritmo de lanzamientos.

Además, tengo ciertos temores con el éxito arrollador de Elden Ring. Comparado con Sekiro, que es más cerrado y se enfoca en una sola cosa, Elden Ring es más abierto y personalizable. Pero prefiero la fórmula de Sekiro, que me desafía como jugador y me hace replantear mi enfoque.

Aunque estoy seguro de que FromSoftware continuará experimentando y nos sorprenderá en el futuro, construir estos enormes mundos llevará mucho tiempo y esfuerzo. Es posible que los ritmos de lanzamiento anteriores no vuelvan. A veces, menos puede ser mucho más.