Cuando estás entrenando para desarrollar unos músculos dignos de Thor, necesitas tomar proporcionadamente. Lo dice el chef castellano Sergio Perera, que en los últimos 10 abriles ha trabajado como cocinero privado de Chris Hemsworth, el actor australiano de 40 abriles que da vida al dios del trueno en las películas de Marvel. “Acababa de terminar la primera película de Thor y necesitaba a determinado que lo ayudara a adaptar su plan de comidas a sus demandas físicas, y así fue como me incorporé”, contaba el cocinero este miércoles al portal de informativo australiano News.
Perera es un buen amigo de la actriz española Elsa Pataky, casada con Hemsworth desde la Navidad de 2010. Fue ella quien le puso en contacto con su marido. El chefy está acostumbrado a cocinar para superestrellas: antaño de preparar la comida del intérprete de Los Vengadores, lo hizo para otros famosísimos actores como Tom Cruise, a principios de los 2000, cuando rodaba Vanilla Sky, Leonardo DiCaprio o Robert Downey Jr, quien interpreta a Ironman, otro de los superhéroes de la dinastía de Marvel.
En la última lapso, Perera, que en el pasado ha trabajado en importantes restaurantes como Arzak, Mugaritz o elBulli, ha ayudado al australiano a adaptar su dieta para engordar o adelgazar dependiendo del papel que le tocase interpretar y ahora ha desvelado sus secretos de mantenimiento para convertirse en el dios del martillo. “Obviamente, el tipo es un irreflexivo noble. Requiere mucha proteína para el cuerpo que tiene”, revela al medio australiano. ¿Cuáles son las comidas favoritas del actor? Incluyen “carne de bóvido de buena calidad”, asegura en la entrevista. “Cuando se prostitución de desarrollar músculo, lo mantiene muy desinteresado con muchas barbacoas, con alimentos como carnes y verduras, y todo con un estilo muy mediterráneo, lo que implica mucho óleo de oliva”, explica.
Las ensaladas igualmente son una parte fundamental en la dieta de Chris Hemsworth, según el chef: “Una cosa que hice religiosamente con él fue que todos los días comía una ensalada muy noble y profuso que consistía en verduras crudas y cocidas, productos fermentados, nueces, semillas y muchas grasas buenas con un trozo de bisté o un gran trozo de pescado”. Para las películas de Avengers: Infinity War y Avengers: End Game, en cambio, su rutina alimentaria consistía en “un enorme transitado verde por la mañana, repleto de verduras de hoja verde, frutas, nueces, semillas, grasas y sal óleo”. Luego consumía un aperitivo proteico de yogur mezclado con bayas frescas, semillas de chía, almendras y miel. O huevos en tostadas integrales con Vegemite ―una pasta de corromper de color pardo umbrío y sabor garboso, elaborada con extracto de fermento― y aguacate. Y a entrenar.
Luego del entrenamiento, el intérprete australiano volvía a alimentarse con un transitado repleto de proteína vegetal, agua helada, BCCA ―se denomina así al conjunto de aminoácidos de condena ramificada, que está formado por leucina, isoleucina y valina― y un gramo de vitamina C. El resto se trataba, básicamente, de un atracón de carne roja, según comenta Perera. El actor se comía un filete de unos 225 gramos con verduras sobre las 14.30 y otro más de igual tamaño cerca de de las 17.30. A las 19.00 llegaba el turno de su última comida del día, que generalmente era una gran ensalada de hojas verdes con pescado blanco y una aparejos de verduras crucíferas mixtas asadas. En extracto: para convertirse en Thor comía aproximadamente cada dos o tres horas y hacía seis comidas al día. “Se trataba de un trabajo constante y dirigido”, confirma el cocinero. A lo espléndido de 30 semanas, ganó peso poco a poco, pasando de los 94 kilos iniciales hasta los 107 kilos que pesaba cuando empezó el rodaje en enero de 2021.
Sin secuestro, en el postrero año hay poco que preocupa a Chris Hemsworth más que la salubridad de su cuerpo y es la salubridad de su mente. En 2022, durante el rodaje de una serie documental para National Geographic, descubrió gracias a una prueba genética que tenía entre 8 y 10 veces más posibilidades que la media de desarrollar una enfermedad cerebral degenerativa, como el alzhéimer. Luego de este dictamen, el actor se replanteó sus ya extensas rutinas de entrenamiento y las enfocó igualmente en la salubridad de su cerebro, con trabajos de meditación y respiración. “Ahora, estoy incorporando más soledad en mi vida”, confesó a la revista Men’s Health: “Siempre he sido harto consistente con mis compromisos de control, pero hace poco verdaderamente he sentido la importancia de tomarme un tiempo para uno mismo sin ninguna voz o excitación externa, y hacer tiempo para la quietud”.