Aviso: Spoilers del capítulo 1096 del manga de One Piece
Luego de una semana de alivio digno, Eiichiro Oda ha vuelto por todo lo detención con el capítulo 1096 de One Piece, un episodio que deja el moldura muy detención y que vuelve a demostrar que el curvatura de Egghead está siendo una verdadera excentricidad. Luego de la presentación de Saturno, el mangaka nos transporta a uno de los eventos más importantes de la obra: el incidente de God Valley.
A lo amplio del pasado de Kuma, descubrimos el origen de su fruta: era un premio que los Tenryuubito tenían para el triunfador de un torneo a asesinato entre diferentes razas. Pero, encima de la fruta Nikyu Nikyu, asimismo estaba la fruta Uo Uo: maniquí seiryu, que convierte a su portador en un dragón garzo, o lo que es lo mismo, la fruta que posee de Kaido.
Sin retención, este torneo se torció por sorpresa, ya que Jinny, amiga (y posible futura mujer) de Kuma, filtró toda la información del extranjero. Esto provocó que los piratas de Roger y los de Rocks se encontraran en la isla para disputar por estas poderosísimas frutas. Pero eso no fue todo, ya que Garp apareció por sorpresa en el motivo para defender el distrito de los Tenryubitoo inmediato a Figarland Garling.
Kuma y las “Manos de la Libertad”
Tras una enorme trifulca y la presentación de Saturno al campo de batalla, Kuma pudo escapar en el final momento luego de ingerir su fruta y poseer redimido hasta a 500 personas. Tras esto, se teletransportan a un pueblo con una iglesia, motivo en el que Bartholomew, Jinny e Ivankov tendrán una nueva vida.
Kuma decidió remodelar la iglesia porque, tal y como cuenta en el manga, viene de una grupo religiosa. Este detalle da sentido a que Kuma, desde el inicio de la serie, se haya conocido la mayoría de las veces con una biblia en la mano. Encima, llamó a su poder “Las Manos de la Libertad” porque salvó a una buena cantidad de esclavos de la asesinato.
Y es que, al igual que con los ciudadanos de God Valley, el ex-Shichibukai utilizó el mismo poder para ayudar a escapar a todos y cada uno de los Nakamas durante su estancia en el Archipiélago Sabaody. Sin Kuma, nadie de los piratas habrían tenido oportunidad de enfrentarse al nuevo mundo y, en consecuencia de la cruzada de Marineford, Luffy decidió entrenar dos primaveras para poder estar a la valor de los rivales que se le iban a presentar a lo amplio de su aventura.
Pero esto no acaba aquí: dos piratas de Rocks en el pasado forman parte ahora del ejército de Gecko Moria en Thriller Bark, un curvatura que vimos hace más de 600 capítulos y que presentó a una buena cantidad de enemigos formidables. A su vez, los dos niños que fueron curados por Kumachi al final del capítulo acabaron finalmente en la tripulación de Bonney muchos primaveras luego.
Son simples tonterías, pero que Eiichiro Oda haya mantenido estos detalles durante tanto tiempo vuelven a demostrar que One Piece es una obra que va mucho más allá de lo que hayamos enterado hasta ahora. Cada vez más secretos son descubiertos y, como es de costumbre, es probable que el capítulo 1100 será un antaño y un luego en la historia del manga.
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