Drew Barrymore dio marcha a espaldas a postrer momento. La actriz y presentadora, que atrajo críticas de compañeros de profesión (desde Alyssa Milano a Bradley Whitford y Debra Messing), escritores y fans por aprender nuevos episodios de su talk-show en medio de la huelga de guionistas, decidió finalmente posponer el estreno de la nueva temporada hasta que la huelga haya concluido. Y si perfectamente la intrepidez fue recibida con aplausos y vítores digitales que celebran su nuevo compromiso con la lucha sindical que mantienen los escritores desde hace cuatro meses, asimismo refleja un alivio profesional para ella. Porque, con su intrepidez, Drew Barrymore salva por los pelos uno de sus mayores logros en Hollywood.
“He escuchado a todos y estoy tomando la intrepidez de pausar el estreno del software hasta que termine la huelga”, publicó en Instagram el domingo cuando faltaba un día para el estreno del primer capítulo en EE. UU. (el dispersión estaba previsto para el lunes 18 de septiembre). Y cuando días a espaldas había publicado un vídeo casero donde explicaba entre lágrimas su intrepidez de continuar delante con el software -que estuvieron grabando sin los tres escritores del equipo y con piquetes en la puerta del estudio-.
Sin incautación, ni las lágrimas o la expresión francamente dolida que mostró en el vídeo lograron remediar el asunto. Las críticas continuaron y la actriz terminó borrando la publicación de su perfil tras tomar un avalancha de comentarios negativos que la señalaban de no dar explicaciones concluyentes (solo decía que se trataba de una ‘situación compleja’), no comprender la situación de los guionistas o de pasarles por encima. “No tengo palabras para expresar mis más sinceras disculpas a cualquiera que haya herido y, por supuesto, a nuestro increíble equipo que trabaja en el software y lo ha convertido en lo que es hoy”, añade en su nueva publicación. “En realidad intentamos encontrar nuestro camino a seguir. Y en realidad espero una resolución para toda la industria muy pronto”.
Y así, tras una semana manteniendo su postura, grabando entre críticas, piquetes y pancartas, mientras defendía que quería ayudar la esencia innovador del software de combinación humana que nació en la pandemia, Drew Barrymore terminó cediendo.
De más está afirmar que no se tráfico de una situación dócil. The Drew Barrymore Show es un software sindicalizado y, como tal, tendría obligaciones contractuales de entregar una cierta cantidad de episodios por temporada a las estaciones de televisión asociadas. Si no lo hace, corre el peligro de ser cancelado (Fuente: Variety). Encima, no olvidemos que se tráfico de producciones que cuentan con cientos de empleados que no pertenecen al sindicato de escritores y cuyas vidas asimismo dependen de sus ingresos laborales.
Sin incautación, mientras otros talk-shows asimismo se vieron en el centro de las críticas por retornar a las grabaciones sin su plantel de escritores (como The View y Live with Kelly and Mark), no cerca de duda de que Drew Barrymore fue la más criticada. Tal vez porque ella misma se colgó el estandarte de abanderada cuando levantó la perdiz anunciando en redes sociales que había decidido regresar al software a pesar de la huelga. Pero, quizás, asimismo exista un motivo anciano que la colocó en el target de todas las críticas.
Les hablo del nuevo perfil profesional que Drew Barrymore construyó a través de su software. Porque posteriormente de favor deslizado las etiquetas de hado de niño desprotegida en una industria adulta en los ‘80s, la de adolescente descarrilada y actriz resucitada en las comedias románticas, Drew construyó una nueva lado profesional eliminando la flaca estría que separa el mito de ser hado con el ser humano de a pie, resurgiendo como la presentadora de televisión más empática y cercana de los últimos primaveras.
A lo amplio de las tres temporadas de The Drew Barrymore Show la vimos llorando con su padrino Steven Spielberg al recapacitar su infancia, consolando a un miembro de la audiencia, hablando de su soltería y haciéndonos testigos de sus lágrimas en infinidad de ocasiones. A su vez, Drew Barrymore se bajó del pedestal hollywoodense hablando de la maternidad desde un plano sumamente cercano, representando a miles de mujeres que viven la misma inseguridad en el rol que les toca cumplir con sus hijos. Se erigió como símbolo del inclinación sano tras una ruptura cuando entrevistó a su ex Justin Long, se mostró humanamente empática cuando hizo que Brooke Shields abriera el alma para murmurar de la difícil relación con su mama.
En otras palabras, en estos tres primaveras, se río, lloró, emocionó y mostró una cara diferente a través de la empatía que vuelca en cada entrevista, participando con emotividad de cada charla, abrazando al entrevistado, contando sus propias experiencias para que no se sienta solo… En sinopsis, entre bromas, anécdotas y entrevistas aupadas en la cercanía que le permite interviuvar a amigos, colegas y famosos como ella, y la promoción de su figura en redes sociales con vídeos y fotos caseras donde muestra su desorden y rutina sin maquillaje, Drew Barrymore construyó un nuevo perfil profesional de mujer cercana. Dejó a la hado a un flanco para convertirse en la empatía personificada en pleno Hollywood.
Y ese perfil la encumbró más todavía. No en vano su software va por la cuarta temporada tras favor comenzado en 2021. Mientras tanto, Drew Barrymore asimismo ha expandido su negocio empresarial con marcas que van desde maquillaje a productos de cocina, para el pelo y una revista propia.
Con The Drew Barrymore Show, la actriz de Los ángeles de Charlie construyó una imagen cercana en una época en donde las redes sociales se convirtieron en un puente que conecta con el notorio pero que, asimismo, puede servir para desmitificar la mitología en torno a la auge en Hollywood. Porque el software de Drew Barrymore y sus redes sociales son el reflexivo de la mujer y persona que existe antiguamente que la hado de cine, siendo herramientas que ayudaron a elevarla alrededor de un nuevo pedestal.
Por eso, cuando decidió renunciar su puesto de presentadora de los premios MTV para mostrar su solidaridad con la huelga de guionistas, nadie se sorprendió. Muchos celebraron su intrepidez pero no podemos sentenciar que fuera poco que no nos esperáramos de ella. Sin incautación, cuando decidió seguir delante con su software meses posteriormente, muchos sintieron que daba reverso a la retórica. Evidentemente, tendría sus motivos y deposición contractuales, pero el mensaje que enviaba despertó ese avalancha de críticas que puso en prevención la imagen de personaje empático y cercano que la encumbró de nuevo a 48 primaveras.
Me consulto qué habría pasado si Drew Barrymore hubiera seguido delante con el estreno de la nueva temporada. Mi intuición me dice que esa imagen de mujer querida y adorada por el notorio y la industria por la empatía, simpatía y cercanía que representa, se podría favor tambaleado sin retorno, desmoronando uno de sus mayores logros en Hollywood.
Este artículo fue escrito en monopolio para Yahoo en Gachupin por Cine54.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO
Drew Barrymore “no podía” ejecutar más posteriormente de ser mama
Cómo Steven Spielberg se convirtió en el “padrino” que Drew Barrymore necesitaba
Drew Barrymore y Justin Long se suman al club de las exparejas que sacan los colores a los que no pasan página
Drew Barrymore y la dura tarea de perdonar a su mama tras internarla en un centro psiquiátrico cuando era pupila