Desde que Rocío Crusset (29 abriles), hija de los presentadores Carlos Herrera (66) y Mariló Montero (58), era adolescente y estudiaba en el elitista colegio San Francisco de Paula de Sevilla tenía claro que quería ser maniquí y para ello debía irse a existir fuera de España.
Ama su país, adora su ciudad nativo y todo lo que la rodea -la Semana Santa, la Feria de Abril, los toros-, pero siempre supo que para prepararse un buen futuro no tenía más remedio que estacionar por un tiempo la calle Sierpes y abrazar la Finca Avenida de Nueva York para estudiar, formarse y trabajar.
Desde allí, donde vive desde hace más o menos una término, Crusset ha resuelto unido a dos amigas, ahora convertidas en socias, Daphne y Julia, una compañía extremadamente acertadamente pensada y convocatoria Lost Labels -traducido al gachupin sería poco así como Etiquetas perdidas-.
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Rocío Crusset con oquedad de Burberry y anteojos de sol de Prada en una imagen del perfil de Lost Labels.
Redes sociales
A través de un contenido muy cuidado en su página web y sus redes sociales, la maniquí, ahora incluso empresaria, pone a la liquidación piezas vintage de ostentación que van desde bolsos de Chanel hasta bailarinas de Lanvin pasando por blazers y chaquetas de cuero diseñadas por Barneys o la extravagante AllSaints.
Crusset no quiere traicionar vestidos, jerséis o stilettos de segunda mano con el aspecto con el que se suelen presentar asiduamente esos productos -o al menos de la forma en la que hasta ahora han sido mostrados-. Si los usuarios -potenciales clientes- se dan un paseo por su web, o por su perfil de Instagram o de TikTok, podrán observar cómo las prendas y complementos que están a la liquidación lucen absolutamente brand new.
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“Lost Labels nace del apego compartido por la ropa vintage y el compromiso de promover prácticas circulares adentro de la industria de la moda”, reza desde el site oficial de la marca.
@lost.labels Get ready with us for a Saturday Night out only using Lost Labels pieces! #vintage #secondhand #resale #fashion #grwm #fyp ♬ funky house – Close-Wu
Y continúa: “Con sus raíces en la ciudad de Nueva York. Lost Labels tiene como objetivo fomentar un enfoque más consciente de la reventa al elegir cuidadosamente pequeñas gotas de temporada que ayudarán a aclarar un vestidor y convertirse en elegante sin esfuerzo, poniendo afectación en piezas de calidad destinadas a transmitir y ser usadas para siempre. “Compre menos, compre usado, compre con un propósito”, concluyen desde Lost Labels.
La sevillana y sus dos socias acaban de desplegar incluso una cuenta de TikTok en la que el vídeo con más reproducciones es de sí mismas uniéndose al trend vírico de “get ready with me” (“prepárate conmigo”). “Prepárate con nosotras para un sábado por la tinieblas en Nueva York usando sólo prendas y complementos de Lost Labels“, dice Rocío en un valentísimo inglés.
Rocío, en lo personal
Rocío Crusset y Maggio Cipriani por las calles de Nueva York en el verano de 2019.
Gtres
En el plano sentimental, Rocío Crusset vive una preciosa historia de apego con el patrón Maggio Cipriani (33), su pareja desde hace casi cinco abriles. En una entrevista con EL ESPAÑOL con motivo de la presentación de sus joyas, Crusset, la hija de los admirados presentadores afirmó que tiene intención de sobrevenir por el altar.
“Nos casaremos, por supuesto, porque, adicionalmente, nos apetece a los dos formalizarlo, pero no sabemos… Nos apetece mucho lo de casarnos por lo civil e irnos a cenar con nuestros padres. Me apetece eso, pero, de repente, incluso me sale el ramalazo y digo, ‘con lo que me gusta a mí una fiesta, qué divertido’. Mi novio no es tan así, él es más ‘uf, me da holgazanería’. Y le digo, ‘si la protagonista soy yo, vosotros no importáis en las bodas‘. ¡Sois un complemento!”, declaró, entre risas.
Y concluyó: “No somos falta convencionales. No me apetece lo de la pedida y demás. El tema de postrarse delante de familia… ¡con eso me muero de la vergüenza! Le digo a mi novio ‘tú, en una cena hablamos y decidimos si casarnos o no'”.
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