Según la teoría de los seis grados de separación, es posible que cualquier persona esté conectada con cualquier otra persona en el mundo a través de una cadena de conocidos de no más de cinco intermediarios. En seis enlaces, ambas personas estarían conectadas. Este concepto, ideado antes de las redes sociales, señala que con cada eslabón crece exponencialmente el número de conexiones, llegando a un punto en el que casi todos los conocidos abarcan a toda la población humana.
Siguiendo esa lógica, y utilizando un ejemplo común, un niño de una aldea remota de un país africano podría estar relacionado con el presidente de Estados Unidos. En este caso, no es necesario saltar de persona en persona para establecer la conexión: bastan unas cuantas coincidencias para vincular a Daniel Sancho con Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, y a un grupo de miembros de la alta sociedad que frecuenta los lugares más exclusivos de Madrid, Ibiza o Marbella.
Daniel Sancho formaba parte de este círculo, aunque su nombre no fuera tan conocido como el del nieto del rey y otros rostros famosos de la sociedad. El crimen en Tailandia, donde supuestamente asesinó y descuartizó a Edwin Arrieta, un colombiano, ha revelado detalles sobre su pasado. Después de ese asesinato en la isla de Koh Samui y su posterior encarcelamiento, se han ido conociendo más detalles sobre el hijo del actor Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo.
Una de las cosas que ha llamado la atención es que Sancho pidió ayuda a Froilán. Àngels Barceló, periodista, comentó lo siguiente el miércoles: “Resulta que el nieto del rey Juan Carlos, Froilán, y Daniel Sancho, el asesino de Tailandia, se siguen en las redes sociales”. Martín Bianchi, compañero en el programa “Hoy por hoy”, añadió: “Se seguían mutuamente en las redes y pregunté a amigos de Froilán y me dijeron que tenían muchos amigos en común. De hecho, la novia de Daniel Sancho era muy amiga de unos amigos de Froilán”.
Esta conexión se debe a la existencia de amigos e intereses comunes. Ya se sabía que Daniel Sancho estaba comenzando una carrera como chef en la hamburguesería Boogie Burgers de Malasaña y en el catering La Bohème. Además, se ha revelado que trabajaba como relaciones públicas en algunos lugares frecuentados por la jet set en la capital española. Solía ir a discotecas en la zona de Serrano o Recoletos, una de las más exclusivas de Madrid.
Jaime Onieva, hermano de Íñigo.
Supuestamente, fue en estos lugares donde Sancho conoció a Edwin Arrieta, un cirujano colombiano, y a otros personajes famosos como Froilán, Jaime Onieva (hermano de Íñigo, el esposo de Tamara Falcó) o el empresario Jaime Conde. En estos ambientes, Sancho se relacionaba con personas de la alta sociedad y los medios de comunicación: futbolistas, influencers, actores… Aunque lo que abría las puertas de este mundo era principalmente su novia Laura (quien ha permanecido en el anonimato para no exponerse después del espantoso crimen y al principio se la confundió con alguien llamada Paula).
Según ha informado El Confidencial, solía frecuentar lugares como el Istar o el Panthera, donde pasaban “noches de copas y diversión”. En estos lugares, la gente de las zonas VIP se mezcla y comparte momentos de fiesta más o menos privados. De ahí viene su conexión con Froilán. “No eran amigos, solo se habían cruzado un par de veces. Nunca tomaron una copa solos los dos”, puntualizaban fuentes consultadas por el diario digital.
Ambos chicos tienen edades y entornos similares. Sancho tiene 29 años y Froilán tiene 25. Ambos solían viajar a los mismos destinos conocidos por ser frecuentados por celebridades: desde Marbella a Ibiza, yendo de bar en bar y de yate en yate. “Froilán estaba más relacionado con Laura, la exnovia de Sancho, que con él”, insisten las fuentes consultadas. El hecho de que se siguieran mutuamente en las redes sociales no indica necesariamente que fueran tan cercanos como para que el miembro de la realeza le echara una mano. De hecho, lo primero que hizo “horrorizado” fue borrar todos los datos en sus perfiles.
Sin embargo, tenía una relación más estrecha con Jaime Onieva, el hermano menor de Íñigo Onieva y cuñado de Tamara Falcó. El empresario solía quedar más a menudo con Sancho e incluso le presentó a sus hermanos. También mantenía una relación cercana con los hermanos Mateo y Jaime Conde, responsable del grupo Istar, que cuenta con tres locales (Istar, Nómada y Rubicón) y es muy activo en redes sociales mostrando la vida nocturna.
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