Cuatro cápsulas adosadas a un paredón de roca de 270 metros de altura permiten pasar la noche frente al Fitz Roy. Estas cúpulas de policarbonato contienen módulos habitacionales.
Ovo Patagonia es una nueva creación de Federico Echevarría, un emprendedor que disfruta los desafíos. Después de terminar las suites de Estancia Bonanza el año pasado, surgió la idea de crear un alojamiento donde la propuesta es dormir colgado y con total seguridad. Estas cápsulas son las segundas en altura en el mundo, después de las Skylodge Adventure Suites en Urubamba, Perú, que fueron la inspiración de Federico.
“Un día mi mejor amigo me envió un correo electrónico sobre un hotel burbuja cerca de Machu Picchu y quise hacer algo similar aquí”, cuenta Federico.
Se estudió el efecto de los ráfagas de viento patagónicas en las cúpulas en movimiento, se realizaron pruebas de peso adaptadas específicamente a la zona y se instalaron cinco cables de acero que pueden soportar 3.000 kilos cada uno.
En el proyecto participó el equipo de Perspectiva Aérea, un estudio de arquitectura, ingeniería y construcción dirigido por Luis Aparicio y Ezequiel Ruete, quienes tienen más de quince años de experiencia en deportes de altura y se centran en proyectos con bajo impacto ambiental. Han trabajado en Fuerza Bruta y De la Guarda, y están acostumbrados a realizar acrobacias aéreas. Pasan todo el día colgando, subiendo, bajando y, sobre todo, asegurando la seguridad.
Cada cápsula consta de tres niveles: en el nivel más alto, la cama; luego un lounge minimalista y, abajo, un baño seco. Todos tienen vistas de 360º al Fitz Roy. El sistema de calefacción funciona con aire (12 V). Un guía de montaña caminará por las alturas para llevar la cena y el desayuno a los huéspedes, y habrá monóculos disponibles para observar las estrellas.
El acceso se realiza a través de la estancia Bonanza, que se encuentra a 12 km de El Chaltén. Una vez allí, se toma un sendero de aproximadamente 40 minutos para llegar a la cima de la montaña donde se encuentran las cápsulas colgantes. ¿Cómo se ingresa a esta maravillosa cúpula? A través de una pasarela que tiene la seguridad de cables de acero y mosquetones dobles que proporcionan la vía ferrata.
¿Y qué pasa si hay mal tiempo o vientos huracanados y se cierra el acceso? El plan B es dormir en módulos con paredes de vidrio en la cima de la montaña, lo más cercano a la perspectiva aérea de la cúpula.
La habilitación de los Ministerios de Ambiente y Turismo ya ha sido obtenida. Si todo sale según lo planeado, las reservas se podrán hacer a partir de los primeros meses de 2024; la temporada fuerte será al año siguiente. El costo rondará entre los u$s 1,500 y los u$s 2,000 por cápsula.