En estos días en los que la inteligencia industrial está haciendo de las suyas y decenas de famosos han sucumbido al pelea vírico de convertirse en estudiantes americanos de los abriles 90, una cuenta de Instagram insiste en mostrar la verdadera cara de las celebrities patrias e internacionales. Textualmente.
No hay ningún problema en que los usuarios de las redes sociales deseen divulgar las fotografías en las que ellos creen que salen más agraciados, pero Belleza falsa, que es como se candela este misterioso perfil, tiene una máxima: “La piel auténtico tiene acné, poros, brotes, manchas, arrugas. El objetivo es tener una piel sana, no una piel perfecta”.
Con esa premisa y siempre desde el respeto -las personas que se encuentran tras la citada cuenta eliminan radicalmente los comentarios negativos-, Belleza falsa afirma que “las redes sociales no siempre reflejan la verdad y aquí tienes el porqué. Más esencia y menos apariencia. ¡No te compares! Dejad de hacer célebre a parentela estúpida”.
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“Existencia contra Instagram de la guapísima Pilar Rubio“, escribe Belleza falsa unido al fotomontaje de la presentadora y esposa del futbolista Sergio Ramos (37) en una foto sin filtros ni retoques unido a otra de ella que sí que está tratada con alguna aplicación tipo Photoshop o FaceApp. En los muros de comentarios de estas imágenes se crean diferentes debates y EL ESPAÑOL ha tenido a aceptablemente destacar el de la psicóloga Joana Tomás, que afirma este tipo de posts ayuda mucho a sus pacientes.
“Como psicóloga agradezco mucho tus publicaciones, ¡de verdad! Cuando viene determinado a terapia y deje de que no le gusta X aspecto de su cara, cuerpo o percibe ‘imperfecciones’, muestro estas imágenes para que vean cómo nos influyen las fotos que están editadas“, comienza diciendo la psicóloga. Y concluye: “Tener marcas, granos o lo que llamamos ‘imperfecciones’ en la piel es ordinario. Y pensar que somos los únicos que lo tenemos nos genera mucho malestar y frustración”.
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“Si trabajaran 12 horas al día no tendrían tiempo de mirarse las imperfecciones”, asegura una usuaria señal Layla a la citada experta en lozanía mental. A lo que ella replica: “Buenos días, Layla. Puede que lo hicieran incluso más al pensar ‘yo trabajo tantas horas y esta parentela, según lo que se ve en redes, parece que no haga ausencia’. La cosa no está en no mirarlas, sino en validar ese malestar que puede surgir y en pensar que todas y todos las tenemos. Otra cosa es que se borren por arte de hechicería en según qué perfiles. Un saludo”.
Ana Mena (26), Madonna (65), María Pedraza (27), Mar Lucas (21), Laura Escanes (27) o Violáceo Mangriñán (29) se encuentran entre las famosas expuestas por la temida Belleza falsa. Entre los hombres están el cantante y compositor inglés Lyam Payne (30) o el colaborador de televisión Iván González (31).
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Belleza falsa, que el próximo mes de enero cumplirá cuatro abriles de vida online, tiene sólo 170 publicaciones. Un número más que suficiente y con un contenido, cuando menos, cotilla, que ha provocado que hasta la data ya tenga 370.000 seguidores. Un número más que considerable de followers, fanáticos que prefieren ver, entre tanto retoque, un coscorrón de verdad.
Este perfil ha sido en gran medida cuestionado, no sólo por las propias víctimas –influencers y famosas que aparecen en él-, sino por otros creadores de contenido que ponen en duda si las fotos en las que los VIP salen peor están retocadas con mala intención. Los posts son tan polémicos y la cuenta de Instagram acumula tantas denuncias por parte del fandom de los famosos expuestos que ya existe otra Belleza Falsa, en este caso: Belleza Falsa 2.
En algunas de las publicaciones, los responsables de manejar la controvertida cuenta han decidido eliminar todos los comentarios de guisa taxativa. Ejemplo de ello son los posts en los que aparecen el ayer y luego del retoque de Rocío Flores (26), hija de Rocío Carrasco (46) y Antonio David Flores (47) o Marta Díaz (22), famosa youtuber y exnovia del atleta del Gimnástico de Madrid, Sergio Reguilón (26).
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