El juzgado penal número 25 de Barcelona está llevando a cabo el juicio a la ex tenista Arantxa Sánchez Vicario (51 años) y a su exmarido, Josep Santacana, acusados de planificar activamente la reducción de su patrimonio y evitar así el pago de una deuda con el Banco de Luxemburgo, por la cual la Fiscalía solicita una condena de cuatro años de prisión.
El juicio, que está programado para durar hasta el viernes 15 de septiembre, se lleva a cabo dos años después de que la Fiscalía acusara a ambos de un delito de fraude financiero.
En una reciente entrevista en El País, Sánchez Vicario reveló la difícil situación económica que está atravesando debido a su confianza en Santacana. Ella admitió que confiar en él fue un error y que se siente traicionada. Acompañada de su abogado, Borja Vives Iborra, la ex deportista ha optado por guardar silencio y ha entrado rápidamente en los juzgados.
[Primeras imágenes de Arantxa Sánchez Vicario tras la pena de prisión que le pide la Fiscalía]
Josep Santana, a su llegada a los juzgados este martes, 12 de septiembre.
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Pocos minutos después, fue el turno de su exmarido, quien llegó al juicio junto a su abogado Juan Segarra. Santacana demostró una actitud muy diferente a la de Arantxa, afirmando que afrontaba el juicio con tranquilidad y sin arrepentimientos.
Por su parte, Josep Santacana intentará ser absuelto del proceso, alegando que nunca engañó ni se benefició económicamente de la ex tenista, quien ya se encontraba en una situación de insolvencia cuando se casaron.
Según la Fiscalía, Sánchez Vicario, siguiendo las instrucciones de su exmarido, y en colaboración con otros cinco acusados, idearon un plan para reducir su patrimonio y eludir así la deuda que tenían con el Banco de Luxemburgo.
El Banco de Luxemburgo había presentado una querella contra la pareja después de años de intentos fallidos de cobrar las cantidades con las que avalaron a la tenista para pagar una multa de 5,2 millones de euros impuesta por un fraude previo a Hacienda.
Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana, arranca su juicio por alzamiento de bienes
Según la acusación, los acusados realizaron diversas maniobras fraudulentas, como vaciar cuentas corrientes para evitar embargos o hacer desaparecer el dinero recibido por la tenista por concepto de reportajes en medios de comunicación. La Fiscalía sostiene que estas acciones tenían como objetivo el enriquecimiento ilícito.
La acusación también incluye la despatrimonialización inmobiliaria llevada a cabo por la ex deportista a través de sociedades, bajo la dirección de su exmarido, que involucró a varias propiedades, incluyendo viviendas, plazas de aparcamiento, un local en un puerto deportivo y terrenos.
En 2018, el Banco de Luxemburgo solicitó al juzgado de instrucción número 4 de Barcelona que ordenara el ingreso en prisión de Arantxa Sánchez Vicario y Santacana debido a la deuda pendiente. Hasta el día de hoy, esa deuda sigue sin ser pagada.
Un tormentoso divorcio
Sánchez Vicario llegando al juzgado, este martes día 12.
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En el ámbito personal, Arantxa Sánchez Vicario también ha tenido que enfrentar problemas legales. La tenista y su exmarido se vieron obligados a lidiar con un tormentoso divorcio que se finalizó en marzo de 2019 en un tribunal de Espluges de Llobregat.
Después de un año de batallas legales, el divorcio se llevó a cabo en España, tal como quería Santacana, en lugar de Miami como lo deseaba Arantxa.
La ex tenista admitió que apartó a su familia debido a su matrimonio. En una entrevista con la revista ¡HOLA!, expresó que no se arrepiente de haber dado todo por amor, pero sí de haber perdido el control de sus asuntos financieros.
Afortunadamente, la deportista encontró consuelo en su familia, quienes la apoyaron incondicionalmente. “No necesitábamos muchas palabras, sentía que siempre podía contar con mi familia y me disculpé con aquellos a quienes tenía que disculparme”, explicó.
Josep Santacana Blanch conoció a Arantxa en Ibiza en el verano de 2007. Se casaron un año después en el castillo de Peralada, en Girona. Tienen dos hijos, Leo y Arantxa.
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