Su cuerpo le duele por “admitir el peso de sus pecados” y posteriormente de obedecer todos “los secretos de los hombres”. Megan Fox (37 abriles) se ha descocado. La intérprete estadounidense, nacida en Tennessee, acaba de informar un volumen cuyo título deja harto claro el contenido: Pretty Boys Are Poisonous (Los chicos guapos son venenosos, en gachupin). A la saldo desde el 7 de noviembre, incluye más de 70 poemas acompañados de las ilustraciones de la japonesa Audrey Kawasaki.
Los escribió la actriz “en un intento de extirpar la enfermedad” que se le había arraigado adecuado a su silencio, según cuenta en la parte posterior del comba. “Mi confianza vive en estas páginas, y espero que mis palabras puedan inspirar a otros a recuperar su fortuna y su identidad usando su voz para iluminar lo que ha sido enterrado, pero no olvidado, en la oscuridad”, apunta.
“Iluminar”, en su caso, es sacar fuera sus peleas más duras en esa vida de rodajes y relaciones personales difíciles. La protagonista de Transformers defiende que estos versos son una forma más de crear artísticamente, allí de los focos. “Realizar en realidad no me permite expresarme completamente de la guisa en que lo hace la escritura porque estoy leyendo las palabras de otra persona bajo la dirección de otra persona”, declaraba en una entrevista nuevo.
La poesía, según afirmaba, le da “un espacio para tantear un poco de catarsis a través del arte”. Y esa emancipación está unida a los desafectos y batallas con otras personas, como el director Michael Bay (58) o su prometido, el rapero Machine Gun Kelly. A él, sin nombrarle, se refiere cuando describe a un “narcisista de 32 abriles”, su “bienquerencia cierto” o su “fogosidad gemela”.
“Eres una yuxtaposición que ninguna cantidad de oraciones curará nones“, define en uno de los poemas. Misma frase que usó en su perfil de Instagram para declararle su bienquerencia a Machine Gun Kelly (33) en agosto de 2020. “Me estás matando, pero mi corazón no te abandonará”, apunta en este volumen, donde ha descartado otros poemas y donde se mete en otros aspectos más peliagudos como las violaciones o las heridas que causa el bienquerencia.
Con destino a el final, en los dos últimos poemas, rememora el dolor que le causó un monstruo libre. “Hay una ecografía al costado de la cama, 10 semanas y 1 día… ¿Crees que si hubiera podido, habría dejado una nota de suicidio?”, pregunta, “pero ahora tengo que sostener adiós. Cierro los fanales y me imagino abrazándote válido contra mi pecho mientras te arrancan de mis entrañas”. “Pagaré cualquier precio, dime por auspicio, ¿cuál es el rescate por su alma?”, se despide.
Fox nunca había aludido a esta interrupción del gestación. La actriz tiene tres hijos de 10, nueve y seis abriles con su exesposo, el actor estadounidense Brian Austin Green. Estuvo casada con él desde 2010 hasta 2022. Puede que se dirija a él cuando palabra en unas estrofas del volumen sobre un “idiota ensimismado” que le rompió el corazón y que la llevaron al “aislamiento, tormento, autolesión, desesperación, anhelo, inquietud, hidrofobia y angustia caudillo”. Todavía chapuzón en esos sentimientos tóxicos que generan las relaciones, aunque haya conseguido tomar música con este poemario.
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